Llevo unos meses que a consulta llegan padres con los niños, quieren llevarlos al psicólogo porque creen que “algo les pasa” o porque en el colegio les generan alguna alerta.
Hoy me cuelgo el cartel de terapeuta precavida, y os cuento lo que sí debemos hacer y lo que no debemos hacer:
SI:
- Contactar con un psicólogo especializado
- Intentad hablar con él o ella y contarle lo que os preocupa
- Asistir a la primera sesión solo adultos
- Llevar toda la documentación e información de la que disponemos
- Realizar la consulta al pediatra de atención primaria en ocasiones evita la visita a otros médicos o terapeutas
NO:
- No alarmarnos es muy importante, más en el entorno del niño
- No llevar al niño en a la primera sesión porque nos impediría, como terapeutas, realizar algunas preguntas que pueden ser muy relevantes
- No estigmatizar la figura del psicólogo
- No anticipar lo que va a ocurrir en consulta si no lo sabemos
Parece que no quiero que los peques vengan a mi consulta, pero nada más lejos de la realidad. Hablaba del cartel de “terapeuta precavida” porque tenemos que tener en cuenta que llevar a un niño, dependiendo a qué edad, a un especialista, puede generar una alerta de “algo pasa”, y en ocasiones, no pasa nada.
Me encantaría que la visión social de la psicología clínica estuviera mucho mejor vista, pero desafortunadamente en algunas edades y entornos, esto no es así… Así que mis consejos están relacionados con la posibilidad de realizar un análisis inicial de la situación, manejarla a través del adulto y a partir de ahí, ver qué podemos hacer.
¿Te has encontrado en una situación parecida?
Yo os podría poner multitud de ejemplos, pero prefiero que seáis vosotr@s los que compartáis vuestra experiencia.
A vuestra disposición volvemos a poner nuestro contacto para aclarar cualquier duda que os pueda surgir.
Feliz día!
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